Estas más contaminado de lo que creías
Vivimos constantemente en contacto con estos artefactos que hasta podrían estar más contaminados que un baño y ni lo sabíamos.
El inodoro es, por definición, un paraíso para las bacterias. La cantidad de residuos orgánicos que se depositan en él son un campo muy fértil para las bacterias, que pueden alojarse, crecer y reproducirse con total libertad y comodidad, al no ser que utilicemos los productos desinfectantes y de limpieza adecuados para acabar con ellas.
¿Pero nunca te has puesto a pensar que en el uso cotidiano de tu casa puede haber lugares mucho más sucios que tu inodoro? Con todo, el inodoro puede llegar a ser un lugar bastante higiénico si se toman las precauciones adecuadas. Pero con otros objetos y lugares no ocurre lo mismo.
El inodoro es, por definición, un paraíso para las bacterias. La cantidad de residuos orgánicos que se depositan en él son un campo muy fértil para las bacterias, que pueden alojarse, crecer y reproducirse con total libertad y comodidad, al no ser que utilicemos los productos desinfectantes y de limpieza adecuados para acabar con ellas.
¿Pero nunca te has puesto a pensar que en el uso cotidiano de tu casa puede haber lugares mucho más sucios que tu inodoro? Con todo, el inodoro puede llegar a ser un lugar bastante higiénico si se toman las precauciones adecuadas. Pero con otros objetos y lugares no ocurre lo mismo.
Si tiras de la cadena sin bajar la tapa las partículas de agua pueden viajar hasta casi dos metros de distancia, y llegar a tu lavabo o al cepillo de dientes. Baja la tapa antes de tirar de la cadena y desinfecta los grifos, el exterior del baño y los pomos de las puertas a menudo.
El teclado del ordenador:
Los teclados acumulan años de migas, estornudos y polvo. Y pueden contener bacterias que provocan intoxicaciones alimentarias. Para limpiarlo, dalo la vuelta y sacúdelo. Después, limpia la superficie con un producto antibacteriano. Y no olvides el ratón.
El mando de la tele:
Quizás sea el "cacharro" que más utilizas y menos limpias en tu casa. Y si vas a un hotel, no quieras ni imaginarte lo que puede contener. Límpialo de vez en cuando con toallitas anti-bacterias.
Tu mascota: Nada como rascarle la barriga al perro o detrás de las orejas al gato. Por desgracia, tu mascota puede transmitirte bacterias que te pueden provocar intoxicaciones alimentarias.
Recuerda lavarte las manos después de jugar con ellos.
Creo que después de leer este post me voy a volver una maniática de la limpieza, jeje
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